El ejercicio de la revisión por pares me resultó mucho más sencillo que el de redactar, considero que siempre es más fácil tener un punto de partida que enfrentarse al lienzo en blanco.
Sin embargo, me gustaría matizar que me resultaba extraño estar en las mismas condiciones que el resto. Por lo general en estas situaciones solo adopto una postura: analizar o ser analizada, pero no las dos a la vez. Debo decir que me forcé en leer los artículos sin tener en mente el mío, labor que no fue del todo exitosa.
Al principio tenía esa sensación de «ser buena» y hacer un análisis amable; no era por aquello de «con la vara que mides serás medido», no, era porque se trataba de un ejercicio y había que disfrutarlo.
No obstante, a medida que leía los artículos, esa sensación subjetiva desaparecía y me pude centrar en el análisis objetivo.
Respecto a la plantilla, la pregunta que más me costó fue la de «es adecuado», no sé si se refiere a adecuado con la revista donde se va a publicar, si es adecuado al público al que se dirige, si maneja un lenguaje correcto, incluso si no ofende a nadie. Tal vez no añadiría más campos a la plantilla, sino pediría una explicación de los criterios.
Al final de las revisiones, la sensación que me quedó es que mi artículo fue demasiado escueto, creo que podía haber trabajado un poco más los párrafos y haber incluido alguna gráfica.
De momento no he recibido comentarios sobre mi artículo, los espero con entusiasmo y considero que los voy a recibir bien porque soy consciente del margen de mejora que tiene.
Finalmente, me gustaría comentar lo complicado que se me hace pensar en este ejercicio en la vida real. Por ejemplo, aquí di por buenas todas las referencias y los resultados, pero en un caso real supongo que habría que tomarse el trabajo de revisar todo ello y contrastarlo…un mundo, así que termino con el mismo dilema: analizar o ser analizada, ahora mismo no sé decir cuál es la cuestión.
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